Ante un mercado laboral en constante movimiento y numerosos empleados técnicamente calificados, se observa que las empresas buscan más allá del currículum en un proceso de selección. Parte de estas otras habilidades buscadas son conocidas como habilidades blandas o “soft skills”.
Para hablar sobre las soft skills, es necesario comprender su término antagónico: las hard skills o habilidades duras, que son habilidades técnicas y durante mucho tiempo se consideraron primordiales. Los niveles técnicos se aprenden y miden a través de la formación educativa, cursos, entrenamientos, conferencias y experiencias profesionales, por ejemplo. También se incluyen en el término las habilidades para utilizar herramientas del área (por ejemplo, un diseñador con habilidades en programas Adobe) y el conocimiento de idiomas extranjeros.
En cambio, las soft skills son habilidades relacionadas con la personalidad, adquiridas a través de la experiencia del individuo. Son habilidades socioemocionales y competencias conductuales que también se aplican en el ámbito profesional. A continuación, algunos ejemplos de habilidades que pueden considerarse soft skills:
• Comportamiento
• Principios éticos
• Pensamiento crítico
• Comunicación
• Relaciones interpersonales (ya sea con líderes, colegas, clientes, empleados…)
• Organización y planificación
• Liderazgo
• Negociación
• Flexibilidad
• Creatividad
• Empatía
• Resiliencia
• Iniciativa
Lo que diferencia las hard skills de las soft skills es la forma de aprendizaje. Como hemos visto, las hard skills pueden adquirirse a través de cursos, entrenamientos y experiencias profesionales. En cambio, las soft skills, al ser referentes a la personalidad, se adquieren de manera más subjetiva y a lo largo de la vida, desde los primeros años de edad. Podemos decir que las soft skills también pueden enseñarse, aprenderse, practicarse y mejorarse, pero es un proceso considerablemente más lento y no todas las personas son capaces de desarrollar todas ellas.
En la actualidad, se puede observar que las soft skills están siendo valoradas por los empleadores por ser características que diferencian y destacan a los candidatos. Un candidato a un puesto de programador puede destacarse de los demás por tener habilidades de comunicación y oratoria. Los líderes con buenas habilidades interpersonales desempeñan un papel importante para extraer lo mejor de las hard skills de su equipo.
Ambas habilidades son importantes para el entorno laboral. Sin embargo, podemos afirmar que las soft skills son una complementación necesaria a las hard skills: mientras que las hard skills son esenciales para el rendimiento y desarrollo de tareas técnicas, las soft skills contribuyen a brindar un ambiente más humano y amigable al medio profesional. Las soft skills influyen en la forma en que las personas se comunican, colaboran, lideran, innovan y se adaptan a los cambios. La complementación entre ambas es esencial para el éxito en el entorno laboral.
